En pocos lugares disfrutamos más de una buena banda sonora que en nuestra propia casa. Un equipo de sonido decente se ha convertido en un elemento fundamental del mobiliario hogareño. Aunque hace unos años podría suponer una inversión considerable de tiempo, dinero y espacio, hoy contamos con una tecnología más accesible desde todos los ámbitos. Se acabaron los metros de cables entre habitaciones, aparatosas instalaciones en medio del salón o cargar con el radiocasete a cuestas por la casa.

Sistemas ‘multiroom’

La tecnología ‘wireless’ nos brinda la posibilidad, sin metros de cables de por medio, de tener distintos altavoces inalámbricos repartidos por toda la casa reproduciendo a la vez la misma canción. Estos sistemas ‘multiroom’ suelen conectarse a la red wifi de nuestro hogar, por lo que debemos tener en cuenta que esto podría afectar a nuestro ancho de banda cuando reproduzcamos música por toda la casa.

Wikimedia commons
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También existen sistemas ‘multiroom’ que funcionan con otro tipo de conexiones, como los de la marca Sonos que se conectan a su propia red de malla llamada SonosNet (aunque aquí deberíamos contar obligatoriamente con altavoces de la misma marca, lo que puede ser un hándicap). Por descontado, muchos de estos altavoces son compatibles con la tecnología Bluetooth, por lo que se pueden ampliar las posibilidades de interconexión.

Por menos de 50 euros por altavoz puedes hacerte con unosPhilips BM5C y repartirlos por distintas habitaciones: con solo pulsar un botón podemos hacer que uno suene más que los demás. Aunque podemos crear un sistema ‘multiroom’ con 5 altavoces, estos funcionan con Bluetooth, lo que nos puede dar algunos problemas de conexión.

Recurrir al Chromecast Audio de Google, por 39 euros, nos va a permitir montar un sistema mucho más sofisticado, puesto que cada vez son más los altavoces inalámbricos compatibles con la aplicación Google Home. De esta forma podríamos tener distintos altavoces, de distintas marcas, conectados al sistema de Google y enviar música a través del ordenador o el móvil a toda la casa.

Un ecosistema musical que hace años nos podría sonar a capricho futurista, propio de una casa de lujo, pero nada más lejos de la realidad: inundar nuestro hogar de bandas sonoras nunca fue tan fácil.

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