Temperatura moderada

Posiblemente, la mejor característica de este sistema de calefacción deriva de la temperatura moderada que ofrece y
controla, ya que una persona sometida a la acción de este tipo de calefacción no llega a sentir ni frío ni calor.

Con este sistema no se impide al cuerpo eliminar el calor  sobrante, sino que dichas pérdidas son moderadas
consiguiéndose que el cuerpo encuentre un equilibrio térmico  fácil de mantener por su propio sistema autorregulador.

Calor homogéneo

Una distribución del calor y la temperatura homogénea donde no existen zonas frías ni calientes dentro de una misma habitación.

Limpio y sano

No existe el problema de olores y corrientes de aire, evitando el levantamiento de polvo. Desaparece el problema del ennegrecimiento de paredes, techos y cortinas.

Aislante

Mejora el aislamiento termoacústico (material que aísla el frío y el ruido), ya que el sistema obliga a colocar una capa de material aislante, bien en el techo o en el suelo, que impide que se propague el calor y los ruidos de una planta a otra del edificio, dando mayor calidad a la vivienda.

No influye  en la humedad relativa del aire

Al no calentar el aire sino los materiales y objetos del local, no se pierde la humedad natural del ambiente y se evitan los molestos problemas respiratorios invernales causados por las calefacciones centrales.

Control de temperatura con termostatos

Debido al funcionamiento automático del control de temperatura mediante termostatos de ambiente, son aprovechables todas las aportaciones de calor gratuito generado por la iluminación, radiación solar, electrodomésticos, maquinarias, etc.

Programable

Posibilidad de colocar un reloj programador por vivienda o cronotermostatos digitales con el fin de hacer una programación de la calefacción de una forma independiente hueco a hueco.

 

 

Calefacción mediante bomba de calor: lo bueno y lo malo